Tener una herida que requiere un vendaje no significa que no se pueda nadar. Sin embargo, hay varias razones por las que es importante cubrir e impermeabilizar adecuadamente la herida antes de nadar. También es importante proteger el área de los rayos ultravioletas UV del sol. Aquí te explicamos cómo proteger una herida en la piscina.
Al nadar en una piscina, y tener una lesión abierta, es muy importante asegurar el vendaje. La construcción de un borde impermeable de 12 milímetros a 40 milímetros alrededor del apósito puede crear una retención suficiente. En la piscina, el movimiento del agua y los movimientos corporales aflojarán cualquier apósito, por lo que al asegurarse de que el adhesivo de sujeción sea flexible y capaz de adherirse a los contornos aumentará las probabilidades de que la herida permanezca impermeable.
El agua de la piscina, ya sea clorada o tratada con sal, también puede retardar el proceso de curación y causar irritación. La presencia de bacterias también es un peligro, especialmente en piscinas públicas.
Incluso el agua del grifo aumentará el riesgo de que su herida se infecte. Una herida en las primeras etapas de la curación debe permanecer seca. El agua del grifo, aunque a menudo es la más limpia, puede agravar la herida, especialmente en presencia de jabones, champús y productos de baño.
En todo tipo de agua, los gérmenes y los microorganismos pueden afectar potencialmente la herida y causar una infección. Ya sea que se trate con productos químicos o de un cuerpo natural, remojar en agua puede suavizar la piel que rodea la herida causando que se contraiga y se hinche, retardando el proceso de curación. Impermeabilizar la herida no es difícil ni costoso, si se hace con los productos correctos.
Impermeabilizar la herida.
Hay muchos productos diferentes disponibles, desde mangas, emplastos, envolturas, pero la más versátil y económica es la cinta impermeable para fijación de parchos, que es delgada, se adhiere a los contornos y es flexible. Puede proteger de manera muy efectiva un apósito para heridas al hacerlo oclusivo, prolongando así el tiempo de uso y protegiendo el apósito subyacente.
Es libre de látex y tiene óxido de zinc en el adhesivo que mantiene las reacciones de la piel y las reacciones alérgicas al mínimo. Esta cinta también protege de los rayos UV, por lo que no debes temer al sol. Es importante aplicarla sobre la piel limpia y seca, sin lociones o preparaciones para la piel.
Hay varias opciones diferentes que pueden hacer que la cobertura de un apósito sea fácil y eficaz. Existen parches adhesivos de 100 milímetros y 130 milímetros, que pueden cubrir completamente un área grande.
Conclusión de cierre.
Con estos tips, ya podemos ver que una herida no debe evitarte disfrutar de una tarde soleada en tu piscina preferida. Sólo debes tener cierta precaución para que el parche no se despegue, evita los golpes para que la herida no se afecte nuevamente y que no se moje.